Corre y enciende la tele,
de esas antiguas con nieve,
y siéntate en el sofá;
deja que el Fondo te ciegue.
Imagínate en el campo
o flotando en el espacio,
contemplando las estrellas,
sus secretos, su pasado.
Sus mensajes luminosos
se desnudan en tus ojos,
ecos de un mundo ya extinto,
voces de sus sueños rotos.
Imagínate ese tiempo,
los eones transcurridos,
los incontables latidos
de sus corazones muertos.
Y ahora regresa al sofá,
a los muros de tu hogar,
al tic tac de tu reloj,
a su fiel seguridad.
Mira otra vez la pantalla,
su llovizna gris y blanca,
su inofensivo silencio,
su parsimonia enlatada;
esos fotones que emite,
esa imagen que repite,
un Fondo de Microondas
que es traducido al visible.
Esos suspiros difusos
son los recuerdos del mundo,
son los fósiles del tiempo:
sus secretos moribundos.
Pablo Fernández de Salas
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