Pequeños recuerdos

Cinco años pasé en Sevilla. Cinco años que encaré con ilusión y acabé con tristeza; un ojo mirando con entusiasmo hacia el futuro y el otro receloso de marcharse. Pero por muy pocas que fueran las veces que volví a casa durante esos cinco años, fueron muchas las que me acordé de mi familia. ¿O será que ahora me acuerdo de ellos y mi memoria ha mutado los recuerdos de antaño? Por suerte, la poesía es un regalo que me hago principalmente a mí mismo, y desde los polvorientos rincones de los días entre el primer y el segundo año que viví en Sevilla, he podido rescatar esta prueba de que, también entonces, me acordaba de mi familia.

Pequeños recuerdos

Aún recuerdo aquella luna
tan inmensa en aquel cielo,
aquellos ratitos libres
y aquel mundo tan perfecto.

Aún revivo aquellos días
cuando todo era tan bello,
esa alegre melodía,
aquellos hermosos sueños.

Nunca olvidaré en la vida
aquel amor, tanto afecto,
aquel abrazo furtivo,
esa nana, aquel «te quiero».

La gente madura y crece,
mas no olvida el sentimiento:
las horas junto a los padres
quienes por suerte tuvieron.

Nunca olvidaré mi hogar,
mi familia, esos momentos…
La tristeza nunca eclipsa
cuando uno aún es pequeño.

cropped-mifirmapfds-margenes-1.pngcreativeCommons

Pablo Fernández de Salas

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s