Hace ya un año que escribí la primera entrada de este blog, un proyecto con el que sigo tan ilusionado como al principio. Por supuesto, quisiera agradecer la visita a todos los que se han pasado por aquí, y espero que hayáis disfrutado con la lectura de estos versos tanto como yo he disfrutado escribiéndolos.
En la primera entrada (podéis visitarla aquí), donde explicaba el nombre de este blog, presenté un poema sobre los neutrinos, unas partículas elementales cuyo estudio no deja de fascinarme. Es por eso que me parece adecuado cerrar el primer año de vida del blog con otro poema dedicado a ellos.
La versión original de Centellea, centellea, nombre del poema que presento, la escribí para un concurso organizado por el experimento IceCube, el pasado mes de abril, en el que seleccionaron semanalmente los mejores poemas sobre astrofísica y los difundieron a través de sus redes sociales. Por supuesto, esto implicaba que el poema debía ser escrito en inglés. La composición que yo presenté, un soneto titulado Twinkle twinkle, vio la luz el 24 de abril (aquí tenéis un enlace al tweet original).
El poema cuenta la historia de un neutrino de origen incierto, del que se sospecha que puede venir del interior de una estrella, tal vez de una supernova. Sin embargo, el propio neutrino cree haber nacido en un ambiente más convulso. Por eso, tras dejar a su muerte una traza de luz Cherenkov en un telescopio de neutrinos como IceCube, el propio neutrino pregunta a los científicos si son capaces de discernir su procedencia. Los que hayan oído hablar de IceCube y conozcan las energías a las que el experimento es sensible, intuirán que es muy difícil que este neutrino provenga de una supernova, dado que el espectro de energías de este tipo de neutrinos es demasiado pequeño.
Para que podáis disfrutar mejor de los pensamientos de nuestra pequeña partícula, además de la anterior explicación de Twinkle twinkle, he querido arriesgarme a traducir el poema. Por supuesto, hay elementos que cambian con respecto a la verión original, pero considero que son cambios necesarios en beneficio de la rima.
Centellea, centellea
Nacido en soledad, en soledad muerto.
Apenas dos chispas, todo lo que he visto:
condiciones extremas entre el vacío.
Mi vida ha transcurrido del fuego al hielo.
Empezó con presión; presión, sangre y fuego.
Todo quemaba y giraba sin sentido,
lo que quiera que sea lo que haya sido.
Alguien me dijo: «de una estrella un segmento».
Pero yo creo que fue, de un «bang», algo más,
lo que me sacó del infierno al espacio,
hasta que sentí un frío golpe frontal
y desaparecí en luminoso trazo…
Dime tú, científico, sabio y veraz:
¿ves en la luz de Cherenkov mi pasado?
Enlace al soneto original, en inglés: Twinkle twinkle.
Pablo Fernández de Salas